Miguel de Unamuno
UNAMUNO: SU ACTIVIDAD EN LA CIUDAD DE SALAMANCA EN RELACIÓN CON SU PENSAMIENTO
POEMA A SALAMANCA
La labor universitaria de Don Miguel no terminó en la cátedra. Su pensamiento era de choque con opiniones contrarias y se fortalecía con la polémica aunque ésta ocurriera a veces en el interior de su alma. El adoctrinamiento de Unamuno era perpetuo. No se concebía en su época la Plaza Mayor y el Casino de Salamanca sin su presencia, que requería un auditorio para exponer su pensamiento, que se agrandaba según se desarrollaba la tertulia.
Su actividad de profesor se confundía con su vida ciudadana. Y sobre las dos destacaba la ejemplaridad de su vida personal, de una austeridad casi ascética, supeditada siempre a temas intelectuales. Don Miguel no fue un profesor metido en su torre de marfil, ajeno a la ciudad en donde prestaba sus servicio como docente. Al contrario, fue desde muy pronto un salmantino más y el hecho de regir su Universidad en dos ocasiones y ser un hombre importante de la ciudad, no le impidió ser concejal de su Ayuntamiento durante varios años y tomar partido por los problemas que ocuparon a los salmantinos de aquella época. No podemos olvidar el bello poema titulado Salamanca, uno de los más bellos dedicados a la ciudad: