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Cristóbal Colón en Salamanca

Cristobal Colón y Fray Diego de Deza

“…para persuadir (Cólon) su intento a los Reyes de Castilla, don Fernando y doña Isabel, vino a Salamanca a comunicar sus razones con los maestros de Astrología y Cosmografía, que leían estas facultades en la Universidad. Comenzó a proponer sus discursos y fundamentos y en solo los frailes de San Esteban halló atención y acogida. Porque entonces, en el convento no sólo se profesaban las Artes, y Teología, sino todas las demás facultades que se leían en las escuelas. En el convento se hacían las juntas de los astrólogos y matemáticos, y allí proponía Colón sus conclusiones y las defendía. Y con el favor de los religiosos redujo a su opinión a los mayores letrados de la escuela. . Y entre todos, tomó más a su cargo el acreditarle y favorecerle con los Reyes Católicos el maestro Fray Diego de Deza, y por esto y por las diligencias que hizo con los Reyes Católicos para que creyesen y ayudasen a Colón en lo que pedía, se atribuía a sí, como instrumento, el descubrimiento de las Indias.”

El que Colón hable de Deza como quien le ha favorecido desde que vino a Castilla nos muestra una amistad duradera y temprana. Deza influiría en los dominicos de Salamanca muy pronto. La amistad es grande: “La tanta confianza que en su merced tengo”. El afirmar de Deza: “ el que fue la causa de sus Altezas oviesen (tuviesen) las Indias y que yo quedase en Castilla ”, habla muy elocuentemente de la ayuda recibida por Colón y de la fe que Deza puso en Colón. Este texto sugiere la posibilidad de que Colón hubiera descubierto a Deza su secreto, su conocimiento previo de la existencia de tierras a distancia relativamente corta en occidente.

En el diario del primer viaje, Colón da a entender que ha habido esta comunicación del secreto: “ El eterno Dios le dio esfuerzo y valor contra todos, y otra cosa de mucha maravilla que Dios había mostrado en él y por él en aquel viaje, allende aquellos que sus Altezas sabían por las personas de su casa”. Las personas de su casas, se refiere a Diego de Deza fundamentalmente. Deza pudo ser confidente del secreto de Colón a última hora como señalan algunos historiadores: “El postulante llegará así a apurar hasta la penúltima gota del fracaso, cuando se vea en situación de despedido de la corte. Pero es entonces cuando logra imprimir un giro repentino y fulgurante a la suerte ya echada, mediante la confidencia depositada en Fray Diego de Deza, acerca de las cosas de maravilla que Dios ha mostrado en él…”

Pero la confidencia a última hora ni ahorra la fe, ni invalida la antigua confianza puesta en Colón desde que éste llegó a Castilla como dicen las palabras del propio descubridor. La confianza ha tenido probablemente sus horas de duda al conocerse el veredicto de la Junta. Cuando las Indias ya estén descubiertas seguirá Colón buscando apoyo en Deza porque el rey no parece estar dispuesto a cumplir lo prometido de firma y de palabra del Almirante juntamente con la reina. Viene a confesarle que sus apelaciones al rey son infructuosas.