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Cristóbal Colón en Salamanca

La Junta de Científicos: Examen a Colón

LA CIENCIA EN LA SALAMANCA QUE RECIBIÓ A CRISTOBAL COLÓN.

Los distintos historiadores del convento han insistido en que cuando viene Colón a Salamanca, en San Esteban hay hombres preparados en astrología y matemáticas. En los conventos dominicos se estudió también otras ramas además de la teología. Según estudios, consta la presencia de unos diez licenciados y maestros en la comunidad de San Esteban en esta época, la mayoría teólogos. Los científicos de entonces conocían ya la esferidad de la tierra desde tiempo atrás. Son absurdas las burlas de algunos autores extranjeros que llegan a decir que Colón encontró ignorancia en este punto en Salamanca. En San Esteban surgió el celo apostólico de Colón, la visión profética que tenía de su proyecto como un medio para llevar el evangelio a todos los pueblos. En efecto, Colón vive el misticismo del descubrimiento y firma siempre como CRISTOFERENS, portador de Cristo. Pensó que él era un enviado a los gentiles de Asia. Es por ello que en un convento con tradición misionera, en una Orden, la dominicana, nacida expresamente para la evangelización del mundo, se comprende que Colón fuera escuchado con interés.

En el momento que llegó Colón a Salamanca, la Universidad tenía cátedra de astrología, con prestigiosos profesores y con muchas obras publicadas. El personaje más interesante había sido el judío salamantino Abrahán Zacut, en cuya obra, Almanach perpetuum se podían leer los eclipses, y fue el libro que manejó Colón cuando en 1504 predijo a los indios de La Española un eclipse de luna. Esta predicción fue muy favorable a los españoles, ya que lo tomaron como un signo de cólera divina que les recriminaba su falta de atención para con los hombres de Colón.

LA JUNTA DE CIENTÍFICOS QUE EXAMINÓ EL PROYECTO DE COLÓN

La existencia de esta Junta, tantas veces ignorantemente denigrada es algo innegable. Los planes de Colón habían sido postpuestos hasta que llegara el momento oportuno. Hay un testigo salmantino que no sólo habla de la existencia de la Junta, sino que asistió a ella en calidad de perito, el Doctor Talavera, catedrático de leyes en la Universidad de Salamanca. Este profesor dejó a la ciudad de Salamanca la llamada Casa de las Conchas que él mandó edificar a finales del siglo XV. Este personaje, muy mencionado en los libros de Claustros de la Universidad, fue citado como testigo a sus ochenta y cuatro años en uno de los muchos pleitos que los herederos de Colón tuvieron con la Corona.

CRISTÓBAL COLÓN ANTE LA JUNTA

Dejando a un lado el ardor y convencimiento con que Colón defendía sentimentalmente su proyecto, tuvo que presentar las pruebas técnicas que hacían posible su proyecto. Colón era marino muy experimentado y conocedor de la cartografía y astrología de su tiempo. Por otra parte, Colón tiene entre sus autoridades a la misma Biblia según cree. Utilizando el sagrado libro, afirma que la tierra consta de siete partes, seis de ellas de continente y una de mar que ha reducido drásticamente la amplitud del océano y nos ha acercado a las costas asiáticas.

Cristóbal Colón dice: “Digo que el mundo no es tan grande como dice el vulgo, y que un grado del equinoccio está 56 millas y dos tercios pero esto se tocará con el dedo” La Junta fue permisiva y tolerante y esperó a tener más datos, dijeron los allí presentes que los hombre sabios y astrólogos y astrónomos, y hombres de corte sabedores de cosmografía, de quienes se informaron, y la opinión de los más de ellos, oída la plática de Colón, fue que decía verdad.